Nuestro día a día tiene inmensidad de bendiciones, el aire que respiramos, el sol que nos alimenta la oportunidad de que nuestro cuerpo temporal funcione de una manera tan perfecta, si tan sólo cada uno de los más de 7.000 millones de habitantes que decidimos venir a esta tierra de probación reflexionáramos en sólo una de estas pequeñas cosas; empezarían por comprender que estamos prácticamente unidos a este planeta en una perfecta sincronía.
Somos una unidad sólo por el hecho de que lo que yo hago afecta siempre a alguien, y cuando menciono a alguien termino por tipificar como alguien a absolutamente todo lo vemos, lo que palpamos, lo que oímos, lo que no vemos porque mal hemos hecho en inventarnos la palabra inerte, todo en este mundo es vida, absolutamente todo, desde el papel que utilizamos hasta los zapatos que calzamos, la tierra que pisamos el aire que respiramos absolutamente todo. Algo en lo que no reflexionamos. Nuestro paso en esta tierra debe tener como meta el alcanzar nuestro desarrollo espiritual, nuestro Hermano Mayor nos lo enseñó.
No podemos seguir pensando que cada uno de nosotros es un mundo, como se dice en un refrán todos somos un mundo. Algo en lo que no reflexionamos. Lo más increíble es que muchos de nuestros hermanos, ya han alcanzado este nivel de conciencia, algunos en mayor grado que otros, pero todos estos en mayor grado que el resto de la humanidad, que aún no se anima a elevar su nivel de conciencia y comprender que hay tantas cosas en las que no reflexionamos.
Me encanta
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